Por: Lic. Sandra Barbero.
Directora Centro de Formación Humano Existencial
Dau Escuela de Vida – www.dauperu.com
¿Cómo responder a las situaciones que estás viviendo?
¿Cómo transformar lo que te sucede en un campo de posibilidades y de crecimiento?
Más allá de las dificultades… ¿Cómo decirle SI A LA VIDA?
En situación AHORA:
¿Qué sentirías si hoy recibes un diagnóstico de una enfermedad terminal?
¿Qué significaría para ti, perder al ser que más amas?
¿Cómo afrontarías la pérdida de una parte de tu cuerpo?
¿Cómo acompañarías si descubres que tu hijo tiene una adicción?
¿Estás listo para asistir la vejez de tus padres y la propia?
La conciencia del límite.
Situaciones, momentos, lo que no voy a poder evitar, y frente a lo cual, debo hacer conciencia.
La Conciencia del LÍMITE, que nos permite ubicarnos frente a nuestra propia existencia desnuda.
Los seres humanos estamos expuestos a las pérdidas. Según la dimensión de la pérdida, o lo que para la persona significaba lo que perdió, será el nivel de impacto o sufrimiento que va a transitar. Lo que no vamos a poder evitar, es estar frente a lo adverso, a lo que no se puede evadir, que es la situación límite, circunstancia que no se puede alterar y /o modificar.
La muerte, la enfermedad, los accidentes fatales, las pérdidas de miembros del cuerpo, toda aquella realidad que me indique que no se puede hacer nada, que solo queda ACEPTAR lo que se está viviendo como inevitable, inalterable.
La realidad, es la que ES. No la que nos gustaría o esperábamos. Quizás la realidad no es la que soñamos o la que intentamos formar, la realidad es la que es.
La situación límite nos coloca frente a nosotros mismos, frente a los recursos internos o capacidades que tenemos para afrontar lo adverso: fortaleza, seguridad, auto-control, fe, conciencia del límite, algunas de las actitudes que debemos aprender a desarrollar y explorar, antes de que lo hostil llegue.
Frente a los aspectos trágicos existe siempre la posibilidad de sacar de ellos el mejor partido posible. Se trata de vivir un optimismo trágico.
Cómo vamos a responder frente al límite, quizás sea la mayor interrogante. Se tiene que tener muy presente que lo que no se puede hacer frente a la situación límite, es evadir, escapar, congelar, endurecer o simplemente resignarse sin hacer nada.
El ser humano, muchas veces siente que lo placentero le corresponde naturalmente, y cuando se enfrenta al sufrimiento, siente que sus expectativas futuras ya no existen, o se suprimen dolorosamente.
Día y noche, femenino y masculino, frío y caliente, placer y dolor, vacío, sentido…
Sufrimos pero también hemos gozado. No como castigo por haber gozado.
Muchas personas frente a la situación límite dicen, exclaman mirando al cielo…
¿Qué hice yo para merecer esto…?
Y la respuesta es NADA, no has hecho nada más que vivir, que transitar la vida y encontrarte con estos momentos a los cuales hay que encontrales el SENTIDO.
Te tocó, y si aún no te toca, debes hacer conciencia que te tocará transitar alguna situación que vivas como límite.
La mejor posición frente a las pérdidas, frente al límite.
La mejor posición, a la que debe conducir toda situación límite, es a la de la ACEPTACION.
Esa posición lleva a la persona a encontrarle un sentido.
Del porque a mi, al para que a mi.
Según el nivel de impacto de la pérdida, este proceso será más o menos rápido, simple o muy complejo, me llevará a una depresión o a una transformación. Lo que sí debemos saber, es que ya no seremos los de antes.
Lo que es indispensable saber, que SIN LA ACEPTACION NO HAY SENTIDO, y si no hay sentido, se llegará al vacío.
La mejor posición es aprender a no ser seres poseedores, a no sentir que” tenemos”, que es “mío”, que tenemos “posesión sobre alguien”, o sobre algo. Si logramos liberarnos de los apegos y aprendemos a amar verdaderamente, comprenderemos que “perder” o separarse de algo o alguien, es parte de la vida, que no podemos evitar que las personas que amamos se vayan, o se mueran, que no vamos a poder evitar un diagnóstico cuando no hemos cuidado nuestra salud, que no vamos a poder evitar quizás que la vida puede cambiar en un minuto, si la fatalidad o adversidad llega a la vida.
La mejor posición además de aceptar lo inevitable, es prevenir y ser responsables de la existencia a cada momento, a más responsabilidad, menos me expondré a riesgos. A ás libertad y ejercicio del amor, menos apegos y dolor ante las separaciones. Mientras más elevo mi nivel de conciencia del aquí y el ahora, aprendo a vivir el hoy, sin cargas del pasado o miedos al futuro.
“No busques que los acontecimientos sucedan como tú quieres, sino desea que, sucedan como sucedan, tú salgas bien parado».
El jugador no elige las cartas que le tocan en suerte, pero debe jugar de la mejor manera que le resulte posible. No es la opción jugar o no jugar, simplemente frente al límite HAY QUE RESPONDER.
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